Solo Montañas
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CABALGATA AL AVIÓN DE LOS URUGUAYOS de 4 AMIGOS (12 al 15/2/2021)
Nuevamente los amigos del Chaco – esta vez fuimos 4 (Lucho, Pepe, Federico y Patricio) – aceptamos una propuesta de SOLO MONTAÑAS. Sin dudarlo una vez. Ya habíamos tenido una experiencia EXCELENTE cuando cruzamos los Andes con Alejandro y su grupo en el 2019, y no buscamos NADA MÁS.
Pero el 2020 nos marcó a fuego con su devastadora Pandemia que se llevó amigos, conocidos, compañeros de trabajo y familiares. Esto nos llevó a conectarnos con una historia de Supervivencia y tratar de aprender de ella: decidimos ir a conocer el lugar donde en 1972 había caído el Avión Uruguayo y 16 héroes habían sobrevivido a las más adversas condiciones de vida. Aunque esta vez para tener más tiempo de reflexión y más contacto con la gente del lugar involucrada en la historia (los arrieros) optamos por hacerlo a caballo en lugar de a pie (como en el cruce del 2019).
Fue una experiencia FORMIDABLE desde todo punto de vista. Los paisajes sobrecogedores de nuestra cordillera los apreciamos aún más y mejor desde nuestras monturas al evitar el esfuerzo de la caminata. Los caballos Noble, Paloma, Bicha y Petiso, nuestros mansos y laboriosos amigos equinos, pacientemente y con gran mansedumbre permitieron a 3 de los 4 que éramos inexperimentados jinetes disfrutar sin sobresaltos del recorrido.
La emoción, el respeto, la unción y una profunda espiritualidad se apoderó de nosotros al tomar contacto con el sitio donde el avión cayó y al ser conscientes de la valentía de los 16 sobrevivientes.
Juan (23) – nuestro arriero y baqueano – junto con sus colegas guiados por Jesús (38) matizaron e instruyeron nuestro viaje con historias íntimas y poco conocidas de dicha proeza. Pudimos palpar también la vida dura y el arduo trabajo de esta maravillosa gente.
Juan Pablo – el chef profesional y ayuda esencial para todo – nos deleitó con manjares durante toda la travesía: comer ñoquis con salsa de entraña y hongos portobellos, o sándwiches caseros de trucha “curada” o un chivito a las llamas, acompañados de un Malbec o un Cabernet Franc a más de 2.200 m tuvo un plus muy especial. Hemos conocido en diversas travesías gente buena y de mano servicial, pero la predisposición para ayudar junto con la alegría y su profesionalismo colocan a Juan Pablo en el tope de la gama.
¡Y en todo SIEMPRE PRESENTE ALEJANDRO! Alejandro y su Land Rover, la “incansable verde” (o la indestructible verdolaga, como la llamamos cariñosamente); su Sello Distintivo encarnando el espíritu mismo de SOLO MONTAÑAS, e indispensable para recorrer los 60 km hasta el punto de partida donde Jesús y su grupo de arrieros tenían los caballos preparados. Alejandro, con su alegría que contagia incluso ante las vicisitudes, su logística insuperable, su ojo detallista, sus atenciones incansables, sus relatos que aportan datos para apreciar de otra forma lo que uno fue viviendo… Solo un apasionado como él por la montaña y un enamorado de su trabajo pueden brindar un servicio de esta jerarquía y brindarse a sus clientes de tal manera…
¡Gracias SOLO MONTAÑAS! Gracias Alejandro, Juan Pablo y Juan por guiarnos, acompañarnos y cuidarnos en esta hermosa aventura.
Lucho, Pepe, Federico y Patricio
(febrero 2021)